Con solo 25 años, se ha destacado por sus servicios comunitarios, alcanzando galardones dentro y fuera del país.
Es el sentir de Benjamín Bocio, orgullo nacional que, con solo 25 años, se ha destacado por sus servicios comunitarios, alcanzando galardones dentro y fuera del país.
El diccionario define ‘innovar’ como la acción de cambiar las cosas introduciendo novedades. En este despertar del emprendedurismo, la digitalización, el acceso a la información y los nuevos modelos de negocio son muchos los jóvenes que llevan la antorcha.
La sangre nueva es el protagonista de los cambios, sin embargo, en este correr moderno por alcanzar el éxito propio, es loable quien se detiene, mira a su alrededor y se propone como meta personal lograr el bien colectivo.
Con tan solo 25 años, Benjamín Bocio Richardson es esa excepción, es un emprendedor social que desde muy temprana edad ha tenido un objetivo claro: buscar la manera de apoyar a quienes lo necesitan. ¿Cómo lo hace? proveyendo accesibilidad a la asistencia sanitaria a comunidades de escasos recursos en la República Dominicana.
Inicios
Comenzó con esa visión desde niño, a los 8 años estaba involucrado en servicios comunitarios junto a sus padres.
“Nací en una familia con un interés genuino de ayudar a los demás, de intentar no dejar a nadie atrás. De niño iba a operativos médicos con el Departamento de Cirugía Maxilofacial del Hospital Darío Contreras”, rememora con mucha alegría.
A los 14 años colaboraba en un proyecto llamado “Prevención es mejor que la extracción”, donde les enseñaban a los niños la importancia de cuidar sus dientes.
En el trajín de ver cómo se mejoran las vidas de las personas a través de la salud bucal, decidió estudiar odontología. “Para mí las sonrisas son las puertas del alma, reflejan esperanza, especialmente en los niños”.
Ese mismo año que inicié mis estudios universitarios ocurrió el terremoto de Haití, donde hubo una escasez de recursos sostenibles, no solamente en el país vecino, sino también en toda la Región Sur, recuerda conmocionado.
Tras esa experiencia, más la influencia por años en el voluntariado con otras organizaciones, en el año 2010, Benjamín quiso formalizar lo que hacía de vocación desde que tenía memoria: creó su propia fundación convenciendo a su padre y a los médicos que conocía.
La Fundación Médica Bocio (Fumebo), se define como organización sin fines de lucro dedicada a proveer asistencia sanitaria, en la área médica y odontológica.
“Trabajamos por crear un sistema sostenible y equitativo para todos los dominicanos en el área de la salud. Queremos formar una sociedad donde todos tengamos las mismas oportunidades básicas. Pero lamentablemente estos derechos están mejor implementados en algunas regiones o provincias, y en otras no; entonces la fundación trata de que tengamos esa equidad de manera nacional”.
Una mirada global del bien común
Al terminar la universidad en el 2016, decide que es momento de internacionalizar su proyecto. “Dije hacemos un buen trabajo, pero hay que escalar”. Entonces en ese momento, recientemente graduado, buscó más ayuda, esta vez aplicando a fondos internacionales.
Todos los fondos le fueron negados, pero esto no lo detuvo, Benjamín tenía claro su misión de vida, y perseveró hasta que logró llevar sus ideas de activismo social a puertas extranjeras: consiguió participar en una conferencia de jóvenes líderes, la actividad que se celebró en Londres albergaba a las personas más destacadas en proyectos sociales del mundo. De ahí, lo demás es historia.
Ese mismo año, 2019, ganó el Premio Voluntario Solidario en Marruecos. Al llegar la pandemia en 2020, su vocación de servicio no vaciló.
“En el momento más crítico, cuando no había ni mascarillas, ni desinfectantes de mano, me uní a una fundación internacional, pudimos proveer los recursos como guantes, mascarillas, manitas limpias, tanto a los profesionales de la salud que trabajaban en la primera línea, como también para los sectores de escasos recursos de República Dominicana y del mundo”, cuenta el joven dominicano.
Su trayectoria de trabajo comunitario lo hicieron merecedor del ‘The Diana Award’ año 2021, un premio internacional en honor a la fallecida Diana, Princesa de Gales, que reconoce la labor social y comunitaria de niños y jóvenes entre 9-25 años. Benjamín es el primer y único dominicano con este galardón.
Su más reciente logro, y el que dice que lo llena de mayor satisfacción, es el ser seleccionado como Premio Nacional de la Juventud 2022, en el renglón servicios sociales.
“Es el último que recibí y es el que me hace más feliz. Para mí es una oportunidad poder representar la juventud, e influenciar de manera positiva. Demostrar que sí se puede, que los dominicanos podemos tener horizonte, traer lo mejor a nuestro país, no dejar nuestra isla; sino convertirla en un lugar justo donde se distribuya los recursos equitativamente. Nos falta mucho para llegar ahí, pero se puede”, concluye esta promesa nacional, que con su labor social llena de esperanza y orgullo a esta generación de dominicanas y dominicanos.